• Hasta 65.000 trabajadores afectados por la pandemia reciben el ingreso
  • UPTA reclama una prestación para los trabajadores por cuenta propia estacionales

La Seguridad Social comenzó a devolver este jueves la parte de la cuota cobrada a los trabajadores autónomos correspondiente al periodo transcurrido entre los días 13 y 31 de marzo. Era uno de los compromisos que el ministro José Luis Escrivá adoptó con el colectivo y ya se está haciendo efectivo el ingreso de estas cuantías a los empleados por cuenta ajena.

Concretamente, el organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país ha devuelto ya las cotizaciones sociales abonadas del 14 al 31 de marzo por 65.000 autónomos que reciben la prestación extraordinaria por cese de actividad al quedar afectados por las medidas aplicadas en la crisis del COVID-19 de confinamiento y frenazo de la actividad económica.

Según explica el Ministerio de Seguridad Social en su cuenta de Twitter, en los próximos días se completará el abono de las cuantías correspondientes a ese periodo y los intereses de demora a todos los autónomos que pagaron esta cuota y tienen reconocida la prestación extraordinaria, que implica la exoneración de la misma.

En total, 1,18 millones de trabajadores por cuenta propia perciben esta prestación extraordinaria y representan al 7% del total de afiliados a la Seguridad Social. La cuantía mínima de la prestación asciende a 661 euros, a lo que se suma la exoneración temporal de la cuota a la Seguridad Social, de forma que el beneficio económico asciende a 950 euros.

Subsidio para autónomos temporales

En este sentido, sobre la duranción de las ayudas impulsadas por el Gobierno, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) reclama un subsidio para trabajadores por cuenta propia cuya actividad profesional está vinculada a los periodos estacionales, según ha señalado en un comunicado. Aseguran desde la organización que estas personas están excluidas de la prestación extraordinaria por cese de actividad y que son sobre todo autónomos dedicados a actividades vinculadas al sol y la playa (hamaqueros o titulares de chiringuitos) o personas que hacen actividades vinculadas a las ferias y fiestas patronales.

En el documento, UPTA también pide que se flexibilice y amplíe la duración de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) hasta el 31 de diciembre y del periodo de permanencia de 6 meses una vez finalizados los mismos para los sectores cuya actividad económica está especialmente afectada por la crisis. Por otro lado, aboga por ampliar la prestación extraordinaria por cese de actividad de los autónomos beneficiarios hasta que finalice la desescalada programada y se recupere la normalidad.

Además, sobre la moratoria para el alquiler de vivienda y de locales de negocio, la moratoria de hipotecas y de créditos no garantizados con hipotecas y el bono social apunta que se debe dejar de pedir el certificado de baja de la AEAT, ya que «si un autónomo tiene que cerrar para acogerse a estas medidas, ya no las necesitan porque no tiene actividad».

Entre otras medidas, también pide que se diga cuándo se van a poder realizar las obras de rehabilitación y reforma de viviendas habitadas y en qué condiciones o que se amplíen los CNAEs para poder acogerse a la moratoria de seis meses del pago de las cuotas a la Seguridad Social. Para UPTA, se debe también compatibilizar el cobro de la prestación extraordinaria por cese de actividad con el ejercicio de la actividad económica y profesional por cuenta propia. También pide coordinación con las comunidades autónomas sobre las medidas a aplicar en materia de seguridad y salud laboral por sectores de actividad durante la desescalada y posteriormente.

El presidente de UPTA, Eduardo Abad, afirma que es fundamental para el colectivo que se pongan en marcha todos los puntos que proponen en el documento, porque «lo peor está por llegar y que son necesarias medidas extraordinarias que se prorroguen, al menos, hasta que comience a recuperarse el consumo y con ello la economía».

Gentileza de El economista